Sin dejar atrás sus raíces, Andrés Herrera es un músico de nuestro tiempo: cambiante, contradictorio; en cualquier lugar en el que está con su banda, el duende también está presente, para hacernos percibir una música sin etiquetas ni prejuicios. Sus solos y los de su colega Raúl Fernández no pueden medirse nota a nota, pero terminan por convertirse en un monumento de perfección.
Desde Sevilla, Pájaro !!